Cuando tus emociones hablan
- Cristina Romera
- 12 may 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 24 abr 2021

Si tuvieras que elaborar una lista con todas las emociones experimentadas a lo largo de tu vida no te llevaría más de unos minutos; al igual que si te pidiera que las clasificaras en base a la manera en la que ellas te hacen sentir. Sin embargo, entender por qué aparecen y saber gestionarlas adecuadamente nos lleva tiempo y suele entrañar una mayor dificultad, principalmente aquellas que catalogamos como negativas.
Muchas veces empleamos la coletilla de “negativas” de manera poco acertada, considerándolas como emociones malas o a evitar, pero no es así; únicamente nos resultarán más difíciles de gestionar ya que nunca nos han enseñado y no sabemos como actuar ante ellas. Incluso nuestro entorno, sin pretenderlo, promueve que las desoigamos, ya que no son pocas las veces que nos han dicho “no te preocupes”, “no estés triste”, “sonríe que estás más guapo/a”, invalidando nuestra manera de sentir.
Pero…¿qué nos dirían nuestras emociones si las escucháramos?
“¿Recuerdas todas esas veces en las que te pusiste a llorar sin saber por que, pero notabas que había algo que no iba bien?, ¿O cuando, sin motivo aparente, te enfadabas tanto?, ¿de aquellas noches sin dormir? o ¿de esos dolores en el estómago durante horas? Éramos nosotras tratando de llamar tu atención para que nos escucharas, para que te detuvieras un momento a sentirnos y resolver de verdad lo que te estaba pasando.
A pesar de esto, seguiste con tu ritmo de vida, sin girarte siquiera a escucharnos, sin dedicarnos un hueco en tu día. Seguiste con tu manera de pensar y actuar. Estabas demasiado ocupado/a con tu trabajo tratando de alcanzar el éxito, con la mirada puesta en los demás, en el mundo, en lo que podría pensar el resto, en lo que tendrías que hacer mañana, o centrado en alcanzar la perfección y el control absoluto de tu vida. Todo este “ruido” hacía que apenas escucharas nuestras señales y te descuidarás a ti mismo.
Así que, si hemos aparecido en tu vida haciéndote sentir mal era porque no encontrábamos la manera de hacernos escuchar.
Sentimos continuamente tu rechazo, notamos como intentas sacarnos de tu vida cuanto antes y sabemos que piensas que serías mucho más feliz si nosotras no formásemos parte de tu día a día, ya que consideras que únicamente traemos malestar.
Pero nuestra intención no es hacerte daño, sino ayudarte a tomar conciencia de lo que te sucede, que pares por un momento y dirijas tu mirada a tu interior para descubrir qué es lo que necesitas y poder así abordar aquello que te ocurre y que te está haciendo sentir así, poniéndote en marcha si fuera necesario.
Estamos aquí para ayudarte a que seas consciente de qué es lo que te está impidiendo contactar con tu sentido de vida, con tu alegría y tu verdadero yo, y permitirte descubrir aquello que estás necesitando darte y no estás haciendo. Así que si realmente quieres que nos vayamos pregúntate que es lo que te ha alejado de tu esencia y toma el timón. Y recuerda que nuestra función no es lastimarte, sino ayudarte”.
Así que la próxima vez que experimentes alguna emoción “negativa” no la reprimas o intentes distraerte con aspectos banales que te impidan escuchar el mensaje. En vez de eso cierra los ojos, toma conciencia plena de aquello que estás sintiendo y escucha lo que están queriendo decirte. Permite que se expresen y date permiso para sentirlas; de esta manera les perderás el miedo y sabrás interpretarlas la próxima vez que aparezcan. Todo esto te ayudará a pasar a la acción y llevar a cabo los cambios necesarios.
Comments